CONSEJOS PARA CONDUCIR TU MOTO EN INVIERNO


Somos muchos los que a pesar del mal tiempo seguimos usando nuestra moto en invierno, por lo que sabemos que conlleva más riesgo que en otras estaciones del año. El asfalto mojado, grandes ráfagas de aire o la espesa niebla pueden ser grandes inconvenientes si no sabes cómo hacerles frente.
Cuando las condiciones atmosféricas impiden una clara visibilidad hay que tener más precaución que nunca, que normalmente nos obliga a tratar de averiguar qué clima hará. Lo principal es llevar siempre un buen equipo que nos proteja. Os daremos unos CONSEJOS que pueden serle realmente útiles en carretera:

1. Frenada:
Debemos guardar siempre una distancia un poco más amplia que la distancia de frenado con el resto de vehículos. Cuando conducimos con lluvia o zonas de charcos, debemos utilizar más el freno trasero que el delantero ya que si frenamos solo con el segundo es más fácil que la rueda se bloquee y podamos irnos al suelo. En cualquier caso, debemos accionarlo con suavidad, no bruscamente. Provocar un pequeño bloqueo de rueda trasera es la mejor forma de saber exactamente cómo está de agarre el suelo. Si tienes ABS, basta frenar (atrás) hasta apreciar que “salta”; si no, frenas hasta notar que bloquea y sueltas enseguida.



2. Aceleración:
 
Debemos acelerar con la moto lo más recta posible y de forma progresiva. Hoy en día las motos modernas traen controles de tracción y de frenada que impiden dar gas o frenar cuando la rueda está perdiendo adherencia.  Un buen consejo para un conductor es que se intente anticipar al entorno y evitar puntos muertos. Señaliza cada adelantamiento, cada giro, cada vuelta a la rotonda con toda la antelación del mundo y antes de proceder, mira. Asegúrate de que no hay nadie en tu trayectoria. Cuando vamos en la motocicleta con frío pareciera ser que no pasa nada, hasta que repentinamente te das cuenta de que tus piernas y brazos comienzan a temblar, el hacer cambios de velocidad o freno trasero se hace un proceso muy lento, mientras que las manos se entumecen. En casos más extremos comienzas a aletargarte y se puede presentar sueño, tu cuerpo está reaccionando al frío, pero tú posiblemente no, y seguirás rodando lo que puede desembocar en un accidente.



3. Trazada:
En mojado se vuelve mucho más importante que en seco. Debemos abrirnos más para así inclinar la moto lo menos posible. Es preferible frenar de más antes de entrar a la curva, que no quedarnos cortos y tener que frenar en medio de ella. En la carretera, actúa con prudencia. Empieza por aumentar las distancias de seguridad para tener libertad de acción en caso de frenadas inesperadas en terrenos en los que el agarre es menos seguro de lo habitual. Asimismo, negocia un poco con las curvas inclinándote lo menos posible para que puedas reaccionar mejor ante el comportamiento imprevisto de tus neumáticos. Por otro lado, suaviza la aceleración y el frenado, y así reducirás la fricción entre los neumáticos y el suelo.



4. Suelo:
Un factor importante a tener en cuenta, el suelo puede contener trampas mortales hasta para los conductores más experimentados, poniendo en peligro también al resto de conductores que circulen con nosotros. Debemos tener especial precaución con rejillas, alcantarillas o líneas blancas, así como charcos y quitamiedos de la carretera. También debemos evitar el centro del carril ya que es por donde sueltan fluidos los coches con pérdidas y no es precisamente por donde pasan sus ruedas para poderlo limpiar.



5. Cuando empieza a llover:

Cuando empieza a llover se da un momento crítico al que hay que prestar especial atención. Se mezclan el polvo y las grasas del asfalto y se genera una película súper deslizante. Si ya ha llovido un rato, la adherencia es más continua y estable, y por lo tanto menos peligrosa.



6. Mantenimiento de la moto:
Cuando se rueda bajo la lluvia, la cadena también tiende a mancharse y llenarse de partículas que pueden dañar su funcionamiento, sobre todo si se ha creado mucho barro. Así pues, si la moto se ha de limpiar de forma general, en la cadena hay que centrarse de manera particular. Para ello se eliminarán los restos que alberga y se volverá a engrasar para que se encuentre en buen estado la próxima vez. Y por supuesto, siempre revisar tanto frenos como neumáticos. Queremos hacer especial mención a los neumáticos, ya que tener unos de calidad y optimizados para su función es fundamental. Un neumático necesita cierta temperatura para agarrar correctamente, y en invierno tardan un buen tiempo en alcanzar esos grados de funcionamiento óptimo. Es más, el asfalto también está especialmente frío y no ayuda a que el neumático gane temperatura, que solo aumentará sus grados mediante la fricción. Para evitar sustos, durante los primeros minutos de marcha sé suave con tus movimientos, no tires la moto bruscamente en las curvas y espera a que aumenten su temperatura antes de forzar más de la cuenta.
Además, también hay que revisar los niveles y el estado de los fluidos de la moto para asegurarnos de que la mecánica no sufra más de la cuenta. Un chequeo periódico a la batería también es casi obligatorio si no quieres que una buena mañana no te arranque porque se haya venido abajo con el frío.



7. Equipamiento del conductor:
Casco, braga, chaqueta, guantes, pantalones y botas, no solo son elementos de protección en caso de accidente, sino que además deben tener la capacidad de ser impermeables, transpirables y sobre todo térmicas para evitar morir de hipotermia.
Vuestra ropa y accesorios antilluvia deben disponer de una membrana impermeable y transpirable. No obstante, cada categoría de equipo os permite optimizar vuestra comodidad bajo la lluvia en función de unos criterios muy específicos. La elección del casco es muy importante, no es momento de ir con un casco abierto sino utilizar un casco integral para que entre el menos frío posible. En invierno siempre es mejor pasarse de largo que quedarse cortos a la hora de ir equipados contra el frío. Por ello, toda vestimenta, ropa o equipamiento que se pueda adaptar a una circulación estable y confortable será bien recibida.
Además, es muy importante también hacerse ver, las condiciones de visibilidad empeoran notablemente, así que uno de los mejores consejos que se le pueden dar a un motero es que se haga ver. Emplea prendas reflectantes con los que el resto de usuarios de la vía te puedan reconocer desde lejos. Hay muchas prendas que ya incluyen zonas reflectantes, pero si utilizamos chalecos con colores flúor, mejor. El objetivo también debe ser mantenerse caliente, para evitar incomodidad y posibles distracciones. 




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CONSEJOS PARA CONDUCIR TU MOTO EN INVIERNO

CONSEJOS PARA CONDUCIR TU MOTO EN INVIERNO


Somos muchos los que a pesar del mal tiempo seguimos usando nuestra moto en invierno, por lo que sabemos que conlleva más riesgo que en otras estaciones del año. El asfalto mojado, grandes ráfagas de aire o la espesa niebla pueden ser grandes inconvenientes si no sabes cómo hacerles frente.
Cuando las condiciones atmosféricas impiden una clara visibilidad hay que tener más precaución que nunca, que normalmente nos obliga a tratar de averiguar qué clima hará. Lo principal es llevar siempre un buen equipo que nos proteja. Os daremos unos CONSEJOS que pueden serle realmente útiles en carretera:

1. Frenada:
Debemos guardar siempre una distancia un poco más amplia que la distancia de frenado con el resto de vehículos. Cuando conducimos con lluvia o zonas de charcos, debemos utilizar más el freno trasero que el delantero ya que si frenamos solo con el segundo es más fácil que la rueda se bloquee y podamos irnos al suelo. En cualquier caso, debemos accionarlo con suavidad, no bruscamente. Provocar un pequeño bloqueo de rueda trasera es la mejor forma de saber exactamente cómo está de agarre el suelo. Si tienes ABS, basta frenar (atrás) hasta apreciar que “salta”; si no, frenas hasta notar que bloquea y sueltas enseguida.



2. Aceleración:
 
Debemos acelerar con la moto lo más recta posible y de forma progresiva. Hoy en día las motos modernas traen controles de tracción y de frenada que impiden dar gas o frenar cuando la rueda está perdiendo adherencia.  Un buen consejo para un conductor es que se intente anticipar al entorno y evitar puntos muertos. Señaliza cada adelantamiento, cada giro, cada vuelta a la rotonda con toda la antelación del mundo y antes de proceder, mira. Asegúrate de que no hay nadie en tu trayectoria. Cuando vamos en la motocicleta con frío pareciera ser que no pasa nada, hasta que repentinamente te das cuenta de que tus piernas y brazos comienzan a temblar, el hacer cambios de velocidad o freno trasero se hace un proceso muy lento, mientras que las manos se entumecen. En casos más extremos comienzas a aletargarte y se puede presentar sueño, tu cuerpo está reaccionando al frío, pero tú posiblemente no, y seguirás rodando lo que puede desembocar en un accidente.



3. Trazada:
En mojado se vuelve mucho más importante que en seco. Debemos abrirnos más para así inclinar la moto lo menos posible. Es preferible frenar de más antes de entrar a la curva, que no quedarnos cortos y tener que frenar en medio de ella. En la carretera, actúa con prudencia. Empieza por aumentar las distancias de seguridad para tener libertad de acción en caso de frenadas inesperadas en terrenos en los que el agarre es menos seguro de lo habitual. Asimismo, negocia un poco con las curvas inclinándote lo menos posible para que puedas reaccionar mejor ante el comportamiento imprevisto de tus neumáticos. Por otro lado, suaviza la aceleración y el frenado, y así reducirás la fricción entre los neumáticos y el suelo.



4. Suelo:
Un factor importante a tener en cuenta, el suelo puede contener trampas mortales hasta para los conductores más experimentados, poniendo en peligro también al resto de conductores que circulen con nosotros. Debemos tener especial precaución con rejillas, alcantarillas o líneas blancas, así como charcos y quitamiedos de la carretera. También debemos evitar el centro del carril ya que es por donde sueltan fluidos los coches con pérdidas y no es precisamente por donde pasan sus ruedas para poderlo limpiar.



5. Cuando empieza a llover:

Cuando empieza a llover se da un momento crítico al que hay que prestar especial atención. Se mezclan el polvo y las grasas del asfalto y se genera una película súper deslizante. Si ya ha llovido un rato, la adherencia es más continua y estable, y por lo tanto menos peligrosa.



6. Mantenimiento de la moto:
Cuando se rueda bajo la lluvia, la cadena también tiende a mancharse y llenarse de partículas que pueden dañar su funcionamiento, sobre todo si se ha creado mucho barro. Así pues, si la moto se ha de limpiar de forma general, en la cadena hay que centrarse de manera particular. Para ello se eliminarán los restos que alberga y se volverá a engrasar para que se encuentre en buen estado la próxima vez. Y por supuesto, siempre revisar tanto frenos como neumáticos. Queremos hacer especial mención a los neumáticos, ya que tener unos de calidad y optimizados para su función es fundamental. Un neumático necesita cierta temperatura para agarrar correctamente, y en invierno tardan un buen tiempo en alcanzar esos grados de funcionamiento óptimo. Es más, el asfalto también está especialmente frío y no ayuda a que el neumático gane temperatura, que solo aumentará sus grados mediante la fricción. Para evitar sustos, durante los primeros minutos de marcha sé suave con tus movimientos, no tires la moto bruscamente en las curvas y espera a que aumenten su temperatura antes de forzar más de la cuenta.
Además, también hay que revisar los niveles y el estado de los fluidos de la moto para asegurarnos de que la mecánica no sufra más de la cuenta. Un chequeo periódico a la batería también es casi obligatorio si no quieres que una buena mañana no te arranque porque se haya venido abajo con el frío.



7. Equipamiento del conductor:
Casco, braga, chaqueta, guantes, pantalones y botas, no solo son elementos de protección en caso de accidente, sino que además deben tener la capacidad de ser impermeables, transpirables y sobre todo térmicas para evitar morir de hipotermia.
Vuestra ropa y accesorios antilluvia deben disponer de una membrana impermeable y transpirable. No obstante, cada categoría de equipo os permite optimizar vuestra comodidad bajo la lluvia en función de unos criterios muy específicos. La elección del casco es muy importante, no es momento de ir con un casco abierto sino utilizar un casco integral para que entre el menos frío posible. En invierno siempre es mejor pasarse de largo que quedarse cortos a la hora de ir equipados contra el frío. Por ello, toda vestimenta, ropa o equipamiento que se pueda adaptar a una circulación estable y confortable será bien recibida.
Además, es muy importante también hacerse ver, las condiciones de visibilidad empeoran notablemente, así que uno de los mejores consejos que se le pueden dar a un motero es que se haga ver. Emplea prendas reflectantes con los que el resto de usuarios de la vía te puedan reconocer desde lejos. Hay muchas prendas que ya incluyen zonas reflectantes, pero si utilizamos chalecos con colores flúor, mejor. El objetivo también debe ser mantenerse caliente, para evitar incomodidad y posibles distracciones. 




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