Una buena conservación e higienización del casco y los guantes es estrictamente necesario para los motoristas. La primera medida a tener en cuenta es que estos dos elementos de protección deben ser individuales, es decir, no es conveniente que los usen diferentes personas.
Comenzaremos por el casco, cuya forma y composición va a determinar cuál será la mejor manera de proceder a la hora de limpiarlo y desinfectarlo. Lo primero que hay que comprobar es si tu casco te permite desmontarlo. Si es así, tendrás que empezar la limpieza por las almohadillas de las carrilleras y el forro interior, que normalmente va vinculado al anillo externo de la calota. Lávate bien las manos con jabón y ponte manos a la obra.
Para desinfectar la zona interna de la mentonera, en esta época de coronavirus, así como para la calota exterior, que son las partes más duras, puedes servirte de un poco de alcohol o incluso de gel hidroalcohólico, pero sin abusar.
Puedes utilizar la lavadora para lavar los elementos acolchados siempre y cuando el fabricante lo permita, eso sí, con agua fría para que no se dañen ni deformen, y sin compartir lavado con otras prendas por razones sanitarias.
En cuanto a la parte externa del casco, lo más recomendable es la limpieza a mano, utilizando agua templada, una esponja y jabón neutro, y realizando movimientos circulares. Puedes acceder a los recovecos más difíciles con un bastoncillo de algodón.
También puedes usar productos específicos para su limpieza (sprays, abrillantadores…), que no dañen su acabado y funcionen, además, como capa protectora para repeler a los indeseables insectos.
El siguiente paso será el secado, para lo que se aconseja usar un paño de microfibra y dejar que el aire termine el proceso de forma natural.
Para dejar el casco perfecto, el último paso es una limpieza exhaustiva de la pantalla, para la que, en lugar de una bayeta, se utilizarán las yemas de los dedos, evitando así rayones en su superficie. Por otra parte, si tu casco lleva láminas antivaho, comprueba que los soportes quedan bien limpios y se agarran perfectamente a la visera.
Respecto a la limpieza de los guantes, otro de los elementos indispensables para la seguridad de un motociclista, hay que considerar principalmente de qué material están elaborados. No tendrán el mismo mantenimiento unos guantes de cuero que unos textiles.
Si dispones de unos guantes de piel, se recomienda el uso de productos específicos para su limpieza, al igual que sucede con las chaquetas. ¡Nada de sumergirlos en agua! Además, evita aplicar los productos directamente sobre la prenda, utiliza una bayeta o paño. Y en cuanto al secado, olvídate de dejarlos cerca de fuentes directas de calor o expuestos al sol, y menos aún de la secadora, si no quieres que se estropeen. De forma opcional, al acabar, podemos utilizar una crema hidratante específica que ayude a conservar la piel en las mejores condiciones.
En el caso de que se mojen debido a la lluvia lo más recomendable es introducir algún tipo de material absorbente en su interior, como papel de periódico o de cocina, y darles tiempo para que pierdan la humedad de forma natural.
Aunque esté bastante extendida, tampoco es buena idea la costumbre de guardarlos dentro del casco, ya que los guantes de cuero tienden a deformarse, y en el caso de que estuvieran infectados, podríamos traspasarle el virus.
En el caso de que tus guantes estén fabricados de tela, puedes utilizar la lavadora para un mejor acabado, pero nuestro consejo es que los metas antes en una bolsa de rejilla para que los velcros, si los tienen, no acaben dañando otras prendas. Obviamente no uses detergentes demasiado agresivos, preferiblemente neutros o destinados a prendas delicados, y si tus guantes cuentan con una membrana impermeable, tampoco utilices suavizante ni les des la vuelta. Si optas por el lavado a máquina, ten en cuenta no superar los 30ºC.
A la hora de secarlos, recuerda escurrirlos desde la punta de los dedos hasta la muñequera y colgarlos con esta parte hacia abajo para que puedan secarse de forma natural y a temperatura ambiente.
En general, a los guantes también conviene higienizarlos por dentro dos o tres veces al año, para librarlos del mal olor del sudor, mediante el uso de un paño con agua tibia y jabón de neutro, o bien, un producto especial para interiores. Eso sí, si ves que tus guantes están deteriorados o dañados por alguna caída, no te afanes en limpiarlos. Mejor opta por sustituirlos.
Por último, un apunte. No es necesario que te pongas guantes desechables debajo de tus guantes de moto. De hecho, evítalo, puesto que perderías tacto a la hora de manejar tu motocicleta y sudarías mucho más. Aunque te parezca un poco rollo, lo mejor es que te laves las manos cada vez que te quites los guantes con agua y jabón o gel hidroalcohólico y te las vuelvas a lavar cuando te toque ponértelos de nuevo.
Otras de nuestras recomendaciones para montar en moto en estos tiempo de coronavirus son mantener limpios los mandos y empuñaduras con los productos adecuados, lavar la funda del casco a máquina a 60ºC, así como guardar tu equipamiento completamente seco en lugar ventilado y desinfectado.
