Durante el periodo de desescalada que estamos viviendo ahora se va abriendo poco a poco el abanico de actividades que podemos realizar, aunque con ciertas limitaciones. Entre ellas, la que nos ocupa, la de montar en moto. Durante el Estado de Alarma hemos visto cómo se han reducido nuestras libertades en beneficio de la salud pública, en especial la de la movilidad, pero poco a poco vamos a ir recobrándolas.
En estos tiempos es precisamente la moto nuestra aliada perfecta para recuperar la ansiada libertad y salir de la rutina. De ahí que pensemos que, si aún no la tienes, estás en el momento perfecto para que te compres una y descubras las maravillosas sensaciones que te deparan las largas rutas sobre dos ruedas.
Además de la sensación de libertad y del auténtico gozo que dan montar en moto, sintiendo el viento en tu cuerpo y disfrutando de cada paisaje, las dos ruedas te ofrecen otras ventajas a tener en cuenta respecto de otros vehículos al tratarse de un medio de transporte individual.
Se esperan muchos cambios en la nueva normalidad, especialmente en el caso del ocio y el turismo tal cual lo hemos conocido hasta antes de la pandemia. Sobre todo, porque seguirán habiendo restricciones y control sobre los hábitos de las personas hasta que se tenga la vacuna o un tratamiento verdaderamente eficaz para el Covid-19.
Con las motos, salvando el escollo de la movilidad interprovincial, resulta bastante más fácil cumplir con las normas de distanciamiento social. Lo que nos hace pensar que los motoristas vamos a poder exprimir nuestra afición al máximo muy pronto. Sin ir más lejos, vamos a recordar los hábitos de los moteros que ya veníamos realizando y que van a facilitarnos la incorporación a la nueva normalidad:
- Llevar guantes: indispensables para evitar daños, también suman en las medidas de protección ante el coronavirus.
- Ventilación: al no contar con carrocería, nuestro cuerpo está ventilándose de forma regular.
Ahora sí, es estrictamente necesario higienizar los accesorios después de cada uso, reservarlos y, por supuesto, no prestarlos para evitar así posibles contagios.
Lo que sí vamos a echar de menos los moteros de nuestras rutas es el contacto social de antes… Aunque guardando las distancias y cumpliendo con las normas de seguridad e higiene cuando nos juntemos con nuestros colegas, seguro que se echan también buenos ratitos juntos.
Así que si aún no tienes moto y estás pensando en hacerte con una, te aconsejamos que no lo dudes más. Además de un vehículo de transporte eficiente y práctico, que te permite moverte más rápido por la ciudad, encontrar aparcamiento de forma más rápida e incluso de disfrutar de rutas inaccesibles por otros medios,… una motocicleta tiene más ventajas, las que van relacionadas con la economía.
Primero, porque gastas menos en combustible que un automóvil, y segundo porque tanto los costes de los seguros como el de mantenimiento, son también menores. Actualmente el mercado te ofrece interesantes opciones calidad-precio, de un sinfín de estilos, que te van a permitir disfrutar de la experiencia a tope.
Por otra parte, al adquirir una moto estarás contribuyendo á la recuperación del sector de las motocicletas. Se calcula, según ANESDOR (Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas), que la matriculación de motocicletas sufrió el pasado mes de mayo una caía del 44,2%.
Sin embargo, después del terrible balance económico desde que se inició la cuarentena, las sensaciones comienzan a ser algo más positivas, gracias a que durante la fase 2 de la desescalada se ha experimentado un destacado repunte y a que el gobierno ha anunciado que habrá ayudas para la automoción.
Optar por un estilo de moto u otro dependerá de tu gusto personal, evidentemente, pero también de las necesidades que tengas en cuanto a movilidad y a uso. Necesitas una moto que puedas manejar, no que te maneje a ti. Los movimientos se asimilan enseguida, pero si nunca has cogido una moto, nuestro consejos es que te dejes asesorar por profesionales o que, incluso, optes por realizar algún curso práctico antes de montar.
Cuando aprendas a dominar la moto y naturalices los movimientos, descubrirás un mundo maravilloso de sensaciones en cada golpe de puño, en el trazo de cada curva. Te enganchará de tal manera que ya no podrás vivir sin montar. Eso sí, recuerda que la prudencia siempre será tu mejor aliada.
